Tomo 1 – Día 4. 12 Razones para ayunar II
DÍA 4:
12 RAZONES PARA AYUNAR II
1- Lee la siguiente cita bíblica:
Neh 1,3-4
3Me respondieron: “Allá abajo, en la provincia, los que volvieron del cautiverio, los sobrevivientes, viven en la miseria y en medio de humillaciones; la muralla de Jerusalén está llena de hoyos y sus puertas, quemadas”. 4Al oír eso, me senté y me puse a llorar. Y durante muchos días permanecí sumido en la tristeza: ayunaba y oraba ante el Dios del Cielo.
2- Medita y responde:
• Intenciones por las que ayunamos con frecuencia
– Ayunamos para que Dios nos revele su Palabra
1 Mac 3,47-48
47Ese día ayunaron, se vistieron con sacos, se echaron ceniza en sus cabezas y rasgaron sus ropas. Se desenrolló el Libro de la Ley para hallar allí respuestas, las mismas que los paganos pedían a sus ídolos.
La Biblia no es un libro cualquiera, es la Palabra de Dios revelada a los hombres, por eso debe ser leída con actitud humilde y con deseo de encontrar en ella la vida abundante que el Señor desea transmitirnos; de esta forma, el ayuno y la oración se convierten en el canal de aprendizaje y revelación por medio del cual el Señor nos entrega su sabiduría. Las Sagradas Escrituras no se leen como cualquier libro, se debe tener una preparación con humildad para que el Espíritu mismo sea quien nos enseñe. Moisés también pasó tiempo en ayuno y oración esperando la revelación de la ley: “Moisés se quedó allí con el Señor cuarenta días y cuarenta noches, sin comer ni beber. Allí escribió sobre las tablas las palabras de la alianza, es decir, los diez mandamientos” (Ex 34,28).
– Ayunamos para interceder por otros
Dt 9,18
18Luego me postré ante Yavé y, como la otra vez, estuve cuarenta días y cuarenta noches sin comer pan ni beber agua, por el pecado que habían cometido; pues habían hecho lo que es malo a los ojos de Yavé hasta irritarlo.
Este ayuno es muy importante porque así aportamos a la salvación de las almas de todo el mundo, en especial a la de familiares y amigos que no han conocido del Señor o que han rechazado su llamado. Dios siempre ha usado personas para actuar en el mundo como sembradores de su Palabra y de su amor; entre ellas encontramos a la virgen María, los profetas, los discípulos de Jesús, entre otros. Siguiendo este patrón bíblico, Dios te llama para que por medio de tus oraciones y de tu ayuno puedas interceder para la salvación de las almas de tus familiares y de la humanidad que estén en una vida de pecado.
Un claro ejemplo del poder de la oración de intercesión, acompañada del ayuno, es la conversión de San Agustín. Su madre ayunó y oró por años para que su hijo abrazara la fe cristiana, convirtiéndose en un gran hombre de Dios. La Biblia nos muestra también el ejemplo de Moisés que intercedió por el pueblo para que no fuera destruido por Dios al haber pecado contra el Señor: “Luego me postré ante Yavé y, como la otra vez, estuve cuarenta días y cuarenta noches sin comer pan ni beber agua, por el pecado que habían cometido; pues habían hecho lo que es malo a los ojos de Yavé hasta irritarlo” (Dt 9,18).
– Ayunamos para que Dios nos muestre el camino
Jue 20,26-28
26Todos los israelitas y todo el pueblo subieron de nuevo a Betel. Allí, sentados delante de Yavé, lloraron y ayunaron todo el día hasta el atardecer, luego ofrecieron a Yavé holocaustos y sacrificios de comunión. 27Los israelitas consultaron a Yavé ese día, pues el Arca de la Alianza de Dios estaba en ese lugar, 28y Finjás, hijo de Eleazar, hijo de Aarón la tenía a su cargo. Los israelitas preguntaron: “¿Debemos atacar una vez más a nuestros hermanos de Benjamín o tenemos que renunciar a ello?” Yavé respondió: “Suban, porque mañana los pondré en sus manos”.
Los israelitas habían sido derrotados en una batalla, por ese motivo se volvieron al Señor con oración y ayuno, clamaron para que les mostrara el camino a seguir, ya que estaban a punto de darse por vencidos; por medio de la oración y el ayuno consultaron al Señor, quien les reveló que al día siguiente obtendrían la victoria. Este pasaje nos enseña que antes de tomar cualquier decisión importante o de hacer un negocio lo más sabio que una persona puede hacer es ayunar para pedir la dirección de Dios, quien revela su voluntad luego de ver el sacrificio ofrecido.
Es muy importante orar y ayunar cuando se van a tomar decisiones trascendentales en la vida, para que el Señor revele su voluntad y de esta manera estemos siempre seguros que el camino que estamos recorriendo es el correcto conforme al querer de Dios que es bueno, agradable y prefecto. Por ejemplo: cuando comenzamos un noviazgo, cuando nos vamos a casar o cuando escogemos lo que vamos a estudiar, son algunos ejemplos en los cuales debemos acudir al Señor con ayuno y oración para que nos bendiga con el entendimiento de su voluntad y por ende con decisiones sabias.
– Ayunamos para ser fortalecidos al pasar por la tentación
Lc 4,1-2
1Jesús volvió de las orillas del Jordán lleno del Espíritu Santo y se dejó guiar por el Espíritu a través del desierto, 2donde fue tentado por el demonio durante cuarenta días. En todo ese tiempo no comió nada, y al final sintió hambre.
El hombre se enfrenta a una continua lucha entre lo que debe hacer y lo que desea hacer, es decir, entre el hombre nuevo (restaurado por la gracia de Cristo) y el hombre viejo (que siempre tiende hacia el mal, hacia el pecado); la Biblia dice: “No entiendo el resultado de mis acciones, pues no hago lo que quiero, y en cambio aquello que odio es precisamente lo que hago” (Rom 7,15). El ayuno es un arma que ayuda a soportar las tentaciones, nos da la fuerza necesaria para resistir ante la tendencia que tenemos al pecado.
Es claro que después de una gran tentación viene una maravillosa bendición, por eso es tan importante enfrentarlas con una actitud de victoria, el Señor es quien nos manda a tener valor y firmeza. Veamos lo que nos dice el apóstol Santiago: “Dichoso el hombre que soporta la prueba con fortaleza, porque al salir aprobado recibirá como premio la vida, que es la corona que Dios ha prometido a los que lo aman” (Sant 1,12).
– Ayunamos por el pueblo de Dios
Jon 3,4-5
4Jonás entró en la ciudad e hizo un día de camino pregonando: “Dentro de cuarenta días Nínive será destruida. 5Los ninivitas creyeron en la advertencia de Dios y ordenaron un ayuno, y se vistieron de saco desde el mayor al menor.
La Biblia cuenta que Dios dio la orden a Jonás de ir al pueblo de Nínive y anunciar su destrucción debido a su mala conducta; ellos habían pecado a los ojos de Yavé, pero Dios tuvo misericordia, por eso envió al profeta para que los exhortara a cambiar de conducta. El resultado es que por medio del ayuno y la oración el pueblo entero fue perdonado del castigo: “Al ver Dios lo que hacían y cómo se habían arrepentido de su mala conducta, se arrepintió él también y no los castigó como los había amenazado” (Jon 3,10).
El ayuno del pueblo de Nínive se convirtió en un medio poderoso para cambiar la voluntad de Dios y obtener su favor. Nosotros podemos tener un impacto espiritual poderoso sobre nuestra ciudad, las personas y las circunstancias para que sean transformadas por el Señor, y el ayuno es el arma por medio de la cual lo lograremos; la Biblia dice: “Con la bendición de los justos se construye una ciudad, pero las palabras de los malvados la destruyen” (Prov 11,11).
– Ayunamos para ser liberados de opresiones espirituales
Mc 9,28-29
28Luego Jesús entró en una casa, y sus discípulos le preguntaron aparte: – ¿Por qué nosotros no pudimos expulsar ese espíritu? 29Jesús les contestó: –A esta clase de demonios solamente se la puede expulsar por medio de la oración.
Jesús enseña a sus discípulos la importancia de ayunar y orar para enfrentarse al enemigo y vencerlo, no son pocas las personas que necesitan ser liberadas en las diferentes áreas de su vida, muchos viven sometidos por contaminaciones espirituales como la pornografía, las drogas, el cigarrillo, el alcohol, el juego; entre otras. ¡Sólo encontrarán liberación por medio del ayuno y la oración! Dios quiere bendecirnos, la buena noticia para nosotros es que Jesús ha vencido al mundo, y al estar unidos a él tenemos la gracia de salir victoriosos. Dice la Palabra: “Miren que les he dado autoridad para pisotear serpientes y escorpiones y poder sobre toda fuerza enemiga: no habrá arma que les haga daño a ustedes” (Lc 10,19)
3- Aplicación práctica:
Realiza una oración antes de comenzar el ayuno para que a través de ella le expreses al Señor la situación por la cual estás haciendo este sacrificio, al terminar el ayuno ofrece una oración de acción de gracias por lo que el Señor está haciendo en tu vida. Si tienes la opción de participar en la misa y comulgar el día en que ayunas, tu oración será muy poderosa a los ojos de Dios; de no ser posible, trata de tener durante el día momentos de oración, no importa que sean cortos, lo importante es que nuestros ojos estén siempre puestos en el Señor.
4- Oración:
Señor Jesús, tú que experimentaste el poder de la oración y el ayuno, en este día quiero pedirte la gracia de ayunar frecuentemente y de experimentar la presencia del Espíritu Santo por medio de esta práctica, abre mis sentidos espirituales a tu presencia para que pueda verte actuando en todas las áreas de mi vida.
Espíritu de Dios, te abro las puertas de mi corazón y te invito a entrar con toda tu fuerza, en el nombre de Jesús. Que mi hombre interior sea tocado por tu presencia y sea moldeado para tener el carácter de Jesús, por eso te pido me purifiques, me sanes y liberes para ser una persona restaurada en todas las dimensiones de mi vida, y así poder reflejar tu obra a los demás.
Madre María, entrego en tus manos este proceso que comienzo, guárdame en tu corazón inmaculado y permíteme perseverar en él; dame tu bendición maternal y llévame de la mano hacia tu hijo Jesús. Amén.
“María Mediadora, ruega por nosotros. Amén”
CITA BÍBLICA PARA MEMORIZAR
Tob 12,8
8Buena es la oración con ayuno; y mejor es la limosna con justicia que la riqueza con iniquidad. Mejor es hacer limosna que atesorar oro.