Tomo 1 – Día 2. ¿Qué es el ayuno? (Individual)
DÍA 2:
¿QUÉ ES EL AYUNO?
1- Lee la siguiente cita bíblica:
Jl 1,14
14Convoquen al pueblo y proclamen ayuno; junten en el templo del Señor su Dios a los ancianos y a todos los habitantes del país, e invoquen al Señor.
2- Medita y responde:
- ¿Qué es el ayuno?
El diccionario de la Real Academia de la Lengua Española lo define como: “Manera de mortificación por precepto eclesiástico o por devoción, la cual consiste sustancialmente en no hacer más que una comida al día, absteniéndose por lo regular de ciertos alimentos”. En otras palabras, el ayuno es una forma de mortificación en la comida y la bebida, que acompañado de la oración se convierte en un arma poderosa para fortalecer nuestra voluntad débil, por medio de él nos ejercitamos en el dominio propio de los instintos y necesidades corporales. La Palabra de Dios y los maestros de la vida mística católica siempre han visto en esta práctica física de mortificación una valiosa herramienta para purificar nuestros sentidos y hacernos más sensibles a la presencia del Espíritu Santo.
El ayuno es practicado con mucha frecuencia en la Biblia por patriarcas, reyes y profetas poderosos; también Jesús, el hijo de Dios, hizo un ayuno de 40 días y 40 noches, dando ejemplo de la importancia que tiene esta forma de mortificación poco practicada por el pueblo de Dios hoy, la cual es fundamental en la vida espiritual cristiana.
El ayuno es un modo de decirle a Dios: “me entrego más a ti”; es una práctica que nos lleva a un proceso constante de sanación, liberación y restauración; es un potencializador de la oración. Cuando se adquiere la costumbre de ayunar se aumenta la fortaleza espiritual, llegando a un nivel en el que se viven experiencias milagrosas y sobrenaturales; es un arma poderosa para romper yugos y cadenas que ha puesto el enemigo, ya que muestra el compromiso que tenemos con Dios. El Evangelio nos dice: “Esta clase de demonios sólo se puede expulsar con la oración y el ayuno” (Mt 17,21).
El ayuno debe ser una práctica común de la vida cristiana ante las situaciones difíciles donde buscamos respuesta de Dios tenemos dos opciones: Permanecer estáticos hasta que las cosas sucedan o hacer que estas pasen. El ayuno lleva a las personas a humillarse delante de Dios, reconociendo humildemente que él está por encima de todo y que todas las cosas le pertenecen. En el siguiente ejemplo el profeta Daniel, por medio del ayuno, se preparó para recibir una respuesta de Dios.
Dn 9,3
3Y dirigí mis oraciones y súplicas a Dios el Señor, ayunando y vistiéndome con ropas ásperas, y sentándome en ceniza
- ¿Cómo se ayuna?
En la Biblia encontramos ayunos de uno, tres o más días; el profeta Daniel ayunó durante tres semanas (Dn 10,2-3), mientras que Jesús (Lc 4,12) y Moisés (Dt 9,9-11) hasta 40 días. Aunque hay varias alternativas para ayunar, la más utilizada -de acuerdo a nuestro estado de salud- es la que se hace durante 24 horas consumiendo pan y agua. A continuación se ilustra la forma de ayuno más convencional:
1- Como son 24 horas en ayuno, la persona puede hacerlo de almuerzo a almuerzo o de cena a cena.
2- Se inicia con el almuerzo normal del día, en el momento que se termina de consumir ya se entra en estado de ayuno
3- A la hora de cenar, la persona come pan y agua en reemplazo de los alimentos normales, es importante recalcar que la cantidad de pan debe ser moderado, no tiene sentido realizar un sacrificio al comer y consumir grandes cantidades de pan o panes especiales con deliciosos rellenos. Puede hacerse sin ningún problema con pan integral.
4- De la misma forma, al día siguiente -a la hora del desayuno- se consume pan y agua, al medio día se termina el ayuno, completando las 24 horas con el almuerzo normal.
Es importante recalcar que en los horarios intermedios se puede consumir agua, también al terminar el ayuno es recomendable comer alimentos livianos que no maltraten el estómago. Al principio, cuando una persona no tiene la costumbre del ayuno, puede sentir un poco de debilidad corporal, por eso esta práctica debe introducirse con prudencia pero sin miedo; el ayuno causa beneficios físicos, a no ser que medicamente la persona esté impedida para hacerlo.
¿Quiénes pueden ayunar?
Pueden ayunar quienes que han alcanzado la mayoría de edad, las personas de la tercera edad no están obligadas a hacerlo, pero si sus pasiones carnales todavía se manifiestan, es bueno que hagan sacrificios frecuentes. Es conveniente revisar nuestro estado de salud antes de comenzar los ayunos. La Iglesia hace un llamado a esta maravillosa práctica con más o menos intensidad, de acuerdo a los tiempos litúrgicos; en el ayuno se encuentra una gran fuente de bendición y revelación del Señor a nuestra vida. Jesús nos enseña en el Evangelio:
Mt 6,16-18
16Cuando ustedes hagan ayuno, no pongan cara triste, como los que dan espectáculo y aparentan palidez, para que todos noten sus ayunos. Yo se lo digo: ellos han recibido ya su premio. 17Cuando tú hagas ayuno, lávate la cara y perfúmate el cabello. 18No son los hombres los que notarán tu ayuno, sino tu Padre que ve las cosas secretas, y tu Padre que ve en lo secreto, te premiará.
Jesús da recomendaciones prácticas que se deben tener en cuenta en el momento de ayunar: lo primero es que no ayunamos para que nos vean o para que todos lo sepan, efectivamente quienes viven con nosotros los notarán, pero el Señor dice que no es correcto poner cara triste y aburrida para que los demás se enteren, antes bien, lo que debemos hacer es mostrar la mejor actitud en el momento de hacer esta mortificación.
Si ayunamos y mostramos a todo el mundo lo “espirituales” que somos por hacerlo, la admiración que ellos nos muestren ya es el premio que recibiremos por el sacrificio hecho, pero si nuestra actitud en el momento del sacrificio es la mejor y no buscamos admiración o felicitaciones de los demás, nuestro Padre, que está en los cielos nos dará grandes sorpresas. El ayuno es un arma poderosa que mueve la mano de Dios cuando está acompañado de un acto sincero de conversión y de búsqueda del Señor, al igual que de una oración hecha con todo el corazón.
3- Aplicación práctica:
Con el fin de prepararte adecuadamente para un ayuno de 24 horas, ofrécele al Señor una de las tres comidas durante esta semana (puedes reemplazarla por pan y agua). Realiza el ayuno de 24 horas el día que vengas a participar de este Seminario de Sanación y Liberación.
4- Oración:
Señor Jesús, tú nos enseñaste la importancia del ayuno corporal y espiritual, siendo Dios te dejaste guiar por el Espíritu Santo al desierto y ayunaste durante 40 días y 40 noches, estuviste a solas con el Padre y con el Espíritu Santo preparando la ardua misión de predicar la Buena Nueva y de redimir a los hombres. Por medio del ayuno y la oración tuviste la fuerza necesaria para vencer al enemigo en sus tentaciones y regresaste lleno del poder del Espíritu.
Espíritu Santo, te pido que me des la fortaleza y la gracia de ayunar, de buscar tu rostro por medio de la oración; hazme más sensible a tu presencia, purifica mis sentidos, mi corazón y mi mente para obtener la gracia que estoy buscando a través de este proceso de sanación y liberación. Pongo en tus manos mi vida entera, te entrego mis pecados, ataduras, esclavitudes y demás cosas que no me permiten alcanzar tu bendición; te ofrezco cada ayuno por mi sanación y liberación y por la de mi familia, en el nombre de Jesús y con el poder de su Palabra.
Madre María, en este día me pongo en tus manos, te pido que intercedas por mí para que el Señor me dé el don de la perseverancia, y culminar este maravilloso proceso con poderosos testimonios de su misericordia en mi vida. Amén.
“María Mediadora, ruega por nosotros”. Amén.
CITA BÍBLICA PARA MEMORIZAR
1 Re 19,8
9Comió y bebió. Confortado con ese alimento, caminó cuarenta días y cuarenta noches hasta llegar al cerro de Dios, el Horeb.
One thought on “Tomo 1 – Día 2. ¿Qué es el ayuno? (Individual)”
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Que importante y relevante esta forma de acercarme al Señor, es una lección que me induce a tomar esta practica de una manera mas común y así tener mas presente a mi padre celestial.